Muchos ciudadanos son ya
conscientes del daño que la radiación UV puede hacer a la piel, pero muchos
todavía no se dan cuenta de que la exposición a la radiación UV puede afectar a
los ojos y a nuestra visión, fundamentalmente si nuestros ojos están expuestos a
cantidades excesivas de radiación UV en un corto periodo de tiempo sin la
protección de unas gafas de sol adecuadas. Esta circunstancia puede suceder a
menudo en la montaña, y puede conducir a problemas oculares y visuales más o
menos graves, como una fotoqueratitis (quemadura provocada por el sol en
córnea) o el efecto denominado fotofobia permanente, que puede ocasionar dolor
ocular intenso incluso con luz atenuada.
La montaña es un lugar que puede
causar problemas oculares por una exposición crónica a la radiación solar que
aumenta con la altitud, la baja latitud o por la acción de superficies
reflectantes como el reflejo del sol en las rocas en la alta montaña en verano,
no tan dañino como en la nieve, pero que puede traer importantes consecuencias
ya que, además, a mayor altitud la atmósfera se vuelve más fina, por lo que bloquea
menos UV. Se estima que la radiación UV se incrementa en un 4% con cada 300
metros de altura. Por lo tanto, a grandes alturas siempre debemos utilizar
protectores solares para la piel y unas gafas de sol con filtros adecuados.
Los estudios científicos han
demostrado que la exposición a pequeñas cantidades de radiación UV durante
muchos años aumenta la probabilidad de desarrollar cataratas y puede causar
daños en la retina. Además, la exposición crónica la luz visible de longitud de
onda más corta también puede ser perjudicial para la retina.
En Multiòpticas de Ordes te
asesoramos de la mejor opción. No dudes en consultarnos.